En un corto viaje a la ciudad de Maracay, donde visito a mi familia y descanso mucho, me tomo un poco del tiempo para ir a patinar los domingos al Castaño,ese día la sesion era muy solitaria: los panas del Limón no acudieron ese día; pero me lleve una sorpresa... un niño descalso me dice: "Chamo prestame esa bicha", yo le respondí: "Déjame bajar un rato y luego te la doy, ok"; y asi fue que conoci a Daniel e Ivana, dos chicos muy humildes de esa zona. La verdad verlos allí es confuso, porque donde hago los descensos es la urbanización más exclusiva de Maracay, y estos dos niños ni zapatos tenían, pero la verdad disfruté mucho de patinar y compartir con ellos. Nunca más los vi por ese sitio, espero se encuentren bien.
1 comentario:
qué mirada tiene daniel, qué mirada tiene ivana!!!! me encantó la historia... y las fotos me dibujaron una sonrisa...tenías que ser tú!...
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